Monday, October 30, 2006

Otra muerte en Oaxaca

Bradley Roland Will era un reportero y camarógrafo estadunidense que fue asesinado en Santa Lucía del Camino, Oaxaca, durante un ataque de grupos armados priístas apoyados por policías municipales contra barricadas de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. El medio para el cual cubría el conflicto en ese estado del sur de México, Indymedia, culpó de su muerte a “sicarios del gobierno”. De inmediato las autoridades estadunidenses, por conducto del embajador Tony Garza, presionaron al gobierno de Vicente Fox a actuar, y éste respondió enviando miles de efectivos policiacos y militares a Oaxaca, que en el curso del domingo atacaron a la población con tanquetas y toletes, en acciones que provocaron al menos tres muertes más, entre ellas la de un niño. En este momento la suerte de los pobladores oaxaqueños que luchan por deponer al gobernador Ulises Ruiz está en el aire. Brad Will estaba con ellos.

Muerte en Oaxaca

Bradley Roland Will

Primeras horas de la tarde del 16 de octubre...

Ayer fui a caminar con la buena gente de Oaxaca. En realidad, caminé todo el día. Entrada la tarde, me enseñaron el muro donde se impactaron las balas. Enumeraban cada una de las que iban encontrando. Me recordó la entrada de la casa de Amadou Diallos 1 , pero en este caso los grafitis estaban desde antes de que ocurriera el tiroteo.

Una de las balas que no pueden ser contadas en la pared aún está en su cabeza. Tiene 41 años, y se llama Alejandro García Hernández, presente cada noche en la barricada del barrio. Una de ellas salió a unirse con su mujer y sus hijos para permitir el paso de una ambulancia. Pero una camioneta pick up trató de pasar inmediatamente después del vehículo de emergencia. Recibió la bala cuando dijo a los ocupantes que no podían pasar. Y nunca lo hicieron. Esos ocupantes, militares en ropas de civil, se abrieron el paso a tiros para salir del lugar.

Un joven que sólo desea ser conocido como Marco estaba con la familia cuando ocurrió el tiroteo. Una de las balas le atravesó el hombro. Se encontraba en un evidente estado de conmoción cuando nos conocimos. Tiene 19 años. Me dijo que aún no había informado a sus padres del hecho -como otros, se presentaba en las barricadas noche tras noche-, y que, tan pronto como la herida sanara, regresaría a ellas. Definitivamente.

Pocos días antes llegó una delegación de senadores, cuya visita tenía por objeto determinar si había ingobernabilidad en el estado. Apenas tuvieron una probadita. Corrió la voz para cerrar el resto del gobierno. Docenas de personas salieron a pie del zócalo oaxaqueño empuñando grandes palos y cargando una caja con docenas de botes de pintura en aerosol. Se apoderaron de tres autobuses de transporte urbano y por la mañana recorrieron toda la ciudad para visitar los edificios gubernamentales e informar a la gente en su interior que quedaban cerrados. Y que agradecerían su cooperación voluntaria.

La gente salió, inquieta, aunque otorgando su colaboración. Mientras desalojaban el último edificio, tres pistoleros llegaron y abrieron fuego. Ya se habían retirado dos autobuses. Estalló el alboroto. Fue una batalla con piedras, tiros de resortera y gritos que duró diez minutos. Dos heridos, uno en la cabeza y otro en una pierna, fueron llevados al hospital mientras continuaba la refriega. La radio dio la alerta y llegó gente de todas partes.

Los pistoleros estaban a la vuelta del edificio. Pero lograron huir. Nadie estaba seguro, pero parecía que estaban adentro, vigilando. Se informó de policías encubiertos cerca del hospital, y pronto salieron hacia allá varios hombres dispuestos a vigilar a los heridos.

Lo que se puede decir de este movimiento, de este momento revolucionario, es que está creciendo, aumentando, tomando forma -uno lo puede sentir-, tratando desesperadamente de lograr una democracia directa. En noviembre, la APPO sostendrá una conferencia para buscar conformar una Asamblea Estatal del Pueblo de Oaxaca, o AEPO. Hoy en día existen 11 de 33 estados que han anunciado la conformación de asambleas populares al estilo de la APPO. Y también unas cuantas al otro lado 2 , en Estados Unidos.

Y los marinos han regresado al mar, aunque la policía federal que devastó Atenco permanece en las cercanías. Mientras, el reciente campamento (de la APPO) 3 en la ciudad de México ha iniciado una huelga de hambre porque el Senado puede hacer renunciar a Ulises Ruiz Ortiz.

¿Qué sigue? Nadie está seguro. Es como si la luz atravesara el cristal. O bien lo quema o bien pasa a través de él. Lo que está claro es que esto es más que una huelga, más que la expulsión de un gobernador, más que un bloqueo, que la unión de diferentes elementos. Es una revuelta popular genuina. Y luego de décadas del priísmo gobernando mediante el soborno, el fraude y las balas, la gente está cansada. Llaman a ese partido la tiranía, y está dispuesta a destruir ese autoritarismo.

En la calle se puede escuchar el murmullo de la selva lacandona. En las esquinas la gente decidiendo permanecer junta. Uno les ve las caras: indígenas, mujeres, niños, tan bravos y alertas en la noche, orgullosos y resueltos.

Regresé caminando de la barricada donde me encontré con Alejandro, junto con un grupo de seguidores del movimiento, que vinieron de un distrito lejano, a media hora de camino. Iba hacia la morgue con un grupo enfurecido. Entramos y vimos al propio Alejandro. No había visto muchos cuerpos en mi vida. Tremenda sensación. En la esquina, una pila de cuerpos, casi todos los que han muerto, sin refrigeración. Y el olor. Tuvieron que abrirle el cráneo para extraerle la bala. Regresamos caminando todos juntos.

Y ahora Alejandro se mantiene a la espera en el zócalo, como los demás en los otros plantones. Espera una tregua, un cambio, un avance, una salida. Una solución. Esperando que la tierra cambie y se abra. En espera de noviembre, cuando pueda sentarse con sus seres queridos, el Día de Muertos, y compartir comida y bebida y cantar. Esperando que la plaza se le venga encima y arda. Sólo espera hasta la mañana, pero esta noche espera que el gobernador y su entorno se vayan para nunca regresar.

Una muerte más, otro mártir en esta guerra sucia, otro momento para llorar y lastimarse, otra oportunidad de conocer el poder y su horrible cabeza, otra bala rasga la noche, otra más en las barricadas. Alguien mantiene las fogatas. Otros se envuelven y duermen. Pero todos están con él mientras descansa, una última noche, bajo su mirada.

* Esta es la última información enviada a Indymedia por el camarógrafo y reportero estadunidense Bradley Roland Will, antes de ser asesinado a tiros por efectivos paramilitares asociados a las autoridades oaxaqueñas. El estilo y la redacción fueron respetados.

1 . Joven oriundo de Guinea que, en 1999, cayó cerca de su departamentito en el Bronx, en Nueva York, herido de muerte por 19 de las 41 balas que agentes encubiertos de la policía le dispararon al confundir su billetera con un arma.

2. En español, en el original

3. Nota del traductor

Traducción: José Galán

El despertar de un soldado

¿Qué ocurre cuando un soldado que va al frente creyendo defender su patria y sus valores descubre que en realidad ha sido instrumento de un gobierno fanático y corrupto que siembra el terror dentro y fuera de sus fronteras? Kevin Tillman se alistó en el ejército estadunidense con su hermano Pat en 2002, y combatieron juntos en Irak y Afganistán. Pat pereció en este último país el 22 de abril de 2004. Kevin causó baja en 2005.
La historia de los hermanos Tillman no es singular ni mucho menos, pero hay lecciones que al parecer nunca acaban de aprenderse si no es después de una gran pérdida. He aquí el testimonio de Kevin, como se publicó en La Jornada el sábado 28 de octubre.


Al otro día del cumpleaños de Pat

Kevin Tillman


El cumpleaños de Pat es el 6 de noviembre y al día siguiente son las elecciones. Me hace pensar en una conversación que tuve con él antes que nos alistáramos en el ejército de Estados Unidos. Hablábamos del riesgo que corríamos al apuntarnos. Una vez que nos comprometiéramos, estaríamos a merced de los gobernantes y del pueblo. Nos podrían lanzar en una dirección que no deseáramos. Combatir como soldados nos dejaría sin voz... hasta que saliéramos.

Han ocurrido muchas cosas desde que entregamos nuestra voz:

Nos mandaron a invadir una nación porque de algún modo era una amenaza directa al pueblo estadunidense, o al mundo, o porque hospedaba terroristas, o porque participó en los ataques del 11 de septiembre, o porque recibía uranio de Níger para fabricar armas, o tenía laboratorios para producir armas móviles, o contaba con armas de destrucción masiva, o tenía necesidad de ser libertada, o necesitábamos instaurar una democracia, o detener una insurgencia, o detener una guerra civil que creamos y que no podíamos llamar guerra civil aunque lo fuera. Algo así.

De algún modo Estados Unidos se ha vuelto una nación que proyecta todo lo que no es y condena todo lo que es.

De algún modo nuestros gobernantes electos subvirtieron el derecho internacional o a la humanidad al poner cárceles secretas por todo el mundo, secuestrar personas, retenerlas por tiempo indefinido sin acusarlas de nada y torturarlas, todo en secreto. De algún modo esa política abierta de tortura se volvió culpa de unas cuantas "manzanas podridas" en las fuerzas armadas.

De algún modo el apoyo a los soldados aquí, en la patria, significaba que un niño de cinco años garrapateara un dibujo con crayones y lo mandara a la zona de combate, o pegar etiquetas en los coches, o cabildear ante el Congreso para que aprobara hacer más grueso el recubrimiento de los cascos. Es interesante que se crea que a un soldado, en su tercer o cuarto viaje, pueda importarle el dibujo de un niño, o una etiqueta oxidada en un coche mientras sus amigos caen muertos a su alrededor, o que un recubrimiento más grueso lo pueda proteger cuando un artefacto explosivo lanza su vehículo 15 metros en el aire y su cuerpo se desmiembra y su piel se derrite en el asiento.

De algún modo mientras más soldados perecen más legítima se vuelve la invasión.

De algún modo se ha permitido que los gobernantes estadunidenses, cuyo único mérito es mentir a su pueblo e invadir sin derecho una nación, despojen de todo valor, virtud y honor a sus soldados en el campo de batalla.

De algún modo se ha permitido que quienes hace décadas tuvieron miedo de combatir en una invasión ilegal envíen soldados a morir en una invasión ilegal que ellos emprendieron.

De algún modo se tolera que se simulen carácter, virtud y valor.

De algún modo se tolera que se obtengan ganancias de la tragedia y el horror.

De algún modo se tolera la muerte de decenas, si no de centenares o miles de personas.

De algún modo se tolera la subversión de las garantías individuales y de la Constitución.

De algún modo se supone que la suspensión del habeas corpus mantendrá la seguridad de este país.

De algún modo se tolera la tortura. Se tolera la mentira.

De algún modo se desprecia la razón para abrazar la fe, el dogma y la estupidez.

De algún modo los gobernantes estadunidenses han logrado crear un mundo más peligroso.

De algún modo un cuento es más importante que la realidad.

De algún modo la nación más razonable y respetada, en la que más se confiaba, se ha vuelto uno de los países más irracionales, beligerantes, temidos y que menos confianza inspiran en el mundo.

De algún modo estar informado políticamente, ser diligente y escéptico ha sido remplazado por la apatía mediante la ignorancia activa.

De algún modo los mismos criminales incompetentes, narcisistas, vacíos y malignos siguen al mando de esta nación.

De algún modo se tolera todo esto.

De algún modo nadie se hace responsable.

En una democracia, la política de los gobernantes es la política del pueblo. Así, pues, no se sorprendan cuando nuestros nietos entierren a los miembros de esta generación como traidores a la nación, al mundo y a la humanidad. Lo más probable es que lleguen a saber que ese "de algún modo" fue alimentado por el miedo, la inseguridad y la indiferencia, y que por eso el país quedó a merced de parásitos a quienes nadie frenó ni desafió.

Por fortuna, este país es todavía una democracia. La gente aún tiene voz. Aún puede actuar. Podría empezar el día siguiente del cumpleaños de Pat.

Kevin Tillman se alistó en el ejército estadunidense con su hermano Pat en 2002, y combatieron juntos en Irak y Afganistán. Pat pereció en este último país el 22 de abril de 2004. Kevin causó baja en 2005.

Copyright Kevin Tillman. Este artículo fue publicado originalmente en Truthdig (www.truthdig.com). Para consultar la
versión original ir a http://www.truthdig.
com/report/item/200601019_after_pats_birthday/

Traducción: Jorge Anaya

Wednesday, October 11, 2006

Periodista José Carrasco: veinte años de impunidad

Con este texto completó Alberto Morales su reportaje sobre Chile. ¿Cuándo llegará la justicia en ese país, en nuestros países?

El pasado ocho de septiembre se han cumplido 20 años del asesinato del periodista chileno José Carrasco Tapia. El colega fue secuestrado de su casa en pijama por agentes de la Central Nacional de Inteligencia horas después de que el dictador sufriera un atentado del que salió ileso. Junto a él, el Régimen seleccionó a otros tres destacados de sus opositores. Los acribillaron a balazos. A Pepe Carrasco le descerrajaron 13 tiros en la cabeza, junto a la tapia de un cementerio. Su mujer, Silvia Vera, recuerda que “vivían a diario con la amenaza de que cualquier día lo matarían y bromeábamos con eso”. Macabras conversaciones a la hora de cenar para sobrevivir al clima de miedo que la represión militar infundió en el pueblo chileno. A Pepe lo mataron por ser periodista y por escribir contra los abusos de los golpistas en la década de los ochenta. Silvia rememora que “siempre se puso del lado de los débiles y en la revista que dirigía al final, Análisis, se publicaban artículos incómodos para la Junta Militar”. Sin embargo, en la entrevista que mantengo con la mujer del periodista asesinado no encuentro más que dolor y ningún sentimiento de odio o venganza. A su primer marido “lo desaparecieron” y en su busca se topó con Carrasco. Juntos recorrieron las cárceles buscándole y poco a poco al paso del tiempo se enamoraron. “Cuando se llevaron a mi primer esposo, yo acababa de tener un hijo, tenía diez sólo diez días. Así es que mi niño le mataron dos padres”, resume Silvia, que trabaja frente a la Moneda, en el Ministerio de Asuntos Exteriores. En este caso, como en tantos otros, lo peor es que los criminales, confesos algunos, gozan de la más insultante impunidad. Uno de ellos, Jorge Vargas Bories, ha confesado en otra causa que mantiene abierta que disparó a Pepe Carrasco, con el fin de acogerse a una reducción de pena caso de ser condenado. Asesino y confeso y en su casa. Incluso se permitió la ignominia de presentarse en un programa de la televisión pública y aparecer para apoyar a una de sus hijas en un reality. Su niña, cosas del destino, estudia ahora la misma carrera de quien mató su padre. El colegio de periodistas mantiene la causa “viva” y el abogado que lleva el caso Nelson Caucoto dice que “el proceso por el homicidio de Pepe Carrasco está cerrado en su investigación y ahora falta que los abogados de los procesados y acusados contesten los cargos imputados”. Silvia Vera no ha perdido la fe en sus semejantes pese a tanta desgracia como le ha tocado vivir. Sigue confiando en la bondad de las gentes, “que por fortuna he tenido a mi lado y que es otro descubrimiento emparejado al sufrimiento, el de la solidaridad y el cariño con el que me ido encontrando a lo largo de estos 20 años. Como cuando los compañeros de Pepe testimoniaron el día que reconocí su cadáver. El silencio de los micrófonos, solo roto por los clic de las máquinas fotográficas, fue el mejor de todos los homenajes en los que he sentido la grandeza humana”.

Un periodista español recorre Chile

En un reciente viaje por Argentina y Chile (que me prometo ir narrando en próximas entradas), tuve suerte de encontrarme, nada menos que en la Chascona -la casa que Neruda construyó en Santiago para Matilde- con un periodista español llamado Alberto Morales. Alberto andaba de vacaciones, pero ya se sabe que un periodista nunca descansa, así que fue recogiendo impresiones y a su regreso publicó en el diario Córdoba un artículo que constituye un excelente panorama del país andino en la era Bachelet. Lo copio enseguida.

EL PRIMER AGOSTO DEL CHILE DE LA BACHELET

Regreso a Santiago más de treinta años después, pese a no haber estado nunca en su suelo. Lo hago por el interés de saber como es ahora el país, tras conocerlo por Víctor Jara, Intiillimani, Violeta Parra, Salvador Allende, Pablo Neruda, Patricio Guzmán, la Cantata de Santa María de Quique y la mina de el Teniente, por decir sólo algunas de las referencias de mi juventud. Una generación que vivió el bombardeo de la Moneda y con él el derrumbe de una de las pocas esperanzas de desarrollar el socialismo democrático, dado que el real convertía al Estado en el nuevo tirano de sus súbditos. Impresiona en su entrada, sobrevolar los Andes. La Cordillera que separa la Argentina y que custodia en sus blancas cimas la capital del país. Más abajo, la ciudad tiene el pulso de cualquier otra urbe europea. Oficinas y bancos. Muchos bancos. Arterias urbanas en las que se precipitan los empleados de ellos, de las tiendas y de la innumerable cifra de farmacias que salpican todas las ciudades chilenas. En el corazón de Santiago, la Moneda y con ella la primera emoción. Estar cara a cara frente a la casa presidencial donde se cometió uno de los crímenes más viles contra un pueblo en el último tercio del SXX y a la vez donde se desplegaron tantos anhelos de cambio. Allí, custodiada por decenas de carabineros de idéntico uniforme a los del 73, con chalecos antibalas incluidos, la puerta donde Allende se fotografíó con metralleta en mano defendiendo la libertad que segó el Comandante traidor. Con todo, tres décadas y pico después, el presidente socialista ha vuelto para mí a la Moneda en una estatua cuya placa reza: “Tengo fe en Chile y su destino.11 de septiembre de 1973”. Claro que para que no de mucho cante, enfrente le han colocado a otro ex presidente, éste conservador, Jorge Alessandri Rodríguez, que lo fue antes que Eduardo Frei Montalvo. Quien también tiene su lugar en la plaza ahora llamada de la libertad. Frei, que falleció el 22 de enero de 1982, al parecer por una extraña complicación inesperada en una operación intrascendente, ha vuelto a ser noticia este agosto .Uno de los médicos que lo atendió declaraba hace unas semanas que “hubo manos negras” en la muerte del ex gobernante, revelándose que es más que probable que un apósito sobre la herida en el quirófano pudo estar contaminada intencionadamente y eso en realidad le causó la muerte. La familia del ex presidente, que siempre sospechó que el fallecimiento de Frei fue intencionado, lo relaciona con el asesinato del químico chileno Eugenio Berríos, que murió tras ser secuestrado y llevado a Uruguay en 1991, en una operación instigada por agentes del ejército chileno, destinada a silenciar al ex agente. El vendaval político-mediático fue formidable durante todas las semanas del mes ocho. En las informaciones difundidas, la mayoría de ellas en las televisiones, que aquí han superado al papel, se apunta a los servicios de inteligencia del dictador como responsable del crimen, en unos años donde Frei estaba apretando contra el régimen, curiosamente tras consentir veladamente el asedio de la Moneda. Creía la Democracia Cristina que los sables durarían poco y que ellos serían los grandes beneficiados de la asonada. Se equivocaron. La Junta se perpetuó hasta finales de los ochenta. Si bien tras mi estancia en el país andino, sospecho que los milicos no se han ido del todo. De hecho el dictador está en su cárcel de lujo, en su casa de abuelito entrañable, y muchos de los criminales también gozan de demasiada impunidad. En este clima, el actual Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Chilenas dijo en estas fechas que comparto aquí, que “caso de que el general falleciera ahora, se le rendirían honores castrenses en función de su alta graduación, ya que no pesa sobre él ninguna condena en firme”. La ministra de Defensa no firmó el cese fulminante del Jefe y sus declaraciones fueron endulzadas por el ejecutivo que preside Michelle Bachelet. En este sentido, la revista “el periodista” titulaba en su número de 25 de agosto “Seis testimonios de ex uniformados mencionan al general Miguel Trincado, el oficial con mando sobre la mayor cantidad de tropas del país en la actualidad y juez militar, como el hombre de inteligencia que participó en la remoción de los cadáveres de 26 prisioneros de Calama asesinados por la Caravana de la Muerte y cuyos restos fueron arrojados al mar hace 30 años” .

Un clima que preside Michelle Bachelet. La primera jefa de estado que tiene Chile. Su padre fue asesinado por la dictadura y ella misma torturada por la despiadada DINA.Tiene gran magnetismo mediático. Es pediatra de profesión. Sonríe tanto como nuestra alcaldesa, pero en realidad a los cinco meses de su elección no le escuché algún tono progresista en sus muchas declaraciones públicas. Sí dijo que los próximos presupuestos generales van a ser más sociales, pero también allí se están construyendo más prisiones. Chile tiene una tasa altísima de presos. La mayor de Sudamérica. En un país con 16 millones de habitantes, tiene casi los mismos reclusos que España: 60 mil. Y en este agosto el equivalente a nuestro defensor del pueblo criticó el endurecimiento que van a hacer de las leyes en la llamada agenda corta, que penalizará a los reincidentes con más condenas. Sorprendió que horas después el Ministro del Interior le reprendiera públicamente por su “atrevimiento”. La independencia de este órgano es puesta en entredicho, ya que incluso algunos se atrevieron a pedir su cese por ir contra la línea oficial del Gobierno. La Bachelet del partido socialista dirige el gobierno de la Concertación. Una heterogénea mezcla formada por el Partido Demócrata Cristiano, el Partido de la Democracia, el Partido Socialista y el Partido Radical Social Demócrata, que gobierna Chile desde 1990.Una fórmula que recuerda a la desaparecida UCD. A primeros del mes que resumo, se “candidateaban”, expresión singular chilena para evidenciar las puñaladas traperas internas en ese ejecutivo, no pocos aspirantes a suceder a la Presidenta. Un animado debate a las pocas semanas de formar gobierno que la Bachelet medió proponiendo un año más de legislatura para dar tiempo a las reformas prometidas. La controversia continúa y puede que tenga la Concertación sus días contados como sería de prever. Pero a su derecha hay mucha derecha y a su izquierda un partido comunista que no tiene representación parlamentaria. En buena medida por el sistema de elección, llamado binominal, que la presidenta dijo habría de ser cambiado a través de un plebiscito, rechazado horas más tarde por sus socios de gobierno. La médico de niños inició su mandato con los “pingüinos”, como la prensa titula a los estudiantes de secundaria, en la calle pidiendo cosas tan básicas como que la comida fuera decente en los centros escolares o bonos gratis de transporte. Los carabineros han reprimido las manifestaciones con los camiones de cañones de agua, que arrastraban por el asfalto a los opositores de la represión. La enseñanza, que es un gran negocio en Chile. La mayoría es privada concertada. El gobierno paga por niño matriculado y las empresas usan a su antojo ese presupuesto, escatimando medios para una buena educación. Cualquiera en ese país puede poner una escuela, sin apenas requisitos. Dependen además del ámbito municipal, siendo el Ministerio de Educación un mero gestor presupuestario y programático. Y esa vinculación a los alcaldes la convierte en un caos inestable, porque cambian los ediles, como aquí cada cuatro años. La enseñanza pública es tan deficiente y está tan devaluada que las clases medias no envían a sus vástagos a ella. Los profesores ganan poco, cunde la desmotivación como aquí y se percibe también cierto clima de violencia escolar, ante la frustración de la comunidad educativa de no tener los medios necesarios para impartir un conocimiento, que por otra parte, como aquí, resulta anacrónico por los cambios socioculturales que ha impuesto la Revolución Informática.
Sin embargo ni una sola promesa he oído al gobierno socialista de efectuar cambios estructurales en esta cartera. Es más que probable que de tocar esa pieza estructural, la rebelión de los empresarios de las aulas haría tambalear la Moneda. Como tampoco he leído una línea para acometer otra gran reforma en la Sanidad. Sí ha cambiado con la Bachelet la atención a los mayores, que por fin van a tener asistencia universal y gratuita, menos mal. Pero para el resto del contribuyente, la privada forma parte del capítulo de gastos de una familia tipo, ya que en la pública la precariedad es la norma y las listas de espera son de años. Conocí a una voluntaria en un sanatorio de Valparaíso que recogía compresas para dárselas a las parturientas al no disponer el hospital de ellas. También leche maternizada y otros productos de primera necesidad en la planta de alumbramientos del centro sanitario.
Y conocí también a los pescadores de Mehuin, localidad costera del Pacífico que fueron tiroteados por un buque de la Armada cuando con sus barquillas trataban de impedir los estudios de impacto ambiental que permitan verter al mar los residuos tóxicos de una celulosa ubicada a varias decenas de kilómetros del pueblecito. La presión y la resistencia duran ya 10 años. Durante ese tiempo la celulosa ha envenado cauce abajo del río Cruces un lugar llamado, paradójicamente, Santuario de la Naturaleza. La toxicidad de los residuos de cloro ha matado a miles de los llamados cisnes de cuello negro y han emigrado a otros muchos más. Con esa prueba irrefutable de la nocividad del vertido, los pescadores de Mehuin mantienen un fuerte pulso con los intereses papeleros que ampara el gobierno. Han creado su propia caja de resistencia y hablan por walkie-talkies, porque aseguran que los teléfonos están pinchados. Horas antes de mi visita a ese paraíso del Pacífico, a la altura de Valdivia, una compañía de carabineros tomó el lugar en una manifestación de la prepotencia de las autoridades que así evidencian su complicidad con la empresa del papel. Lo cierto es que las madereras son uno de los pilares de la economía chilena, sobre todo en el Sur. El coste ambiental va a ser elevado en unos años, tras haber deforestado medio país de su árbol más emblemático, la araucaria, sustituyendo el bosque autóctono chileno por gigantescas plantaciones de eucaliptos y pino de rápido crecimiento. Grandes consumidores de agua, que allí es cierto no falta, pero que esquilma el suelo y acabará dejándolo estéril.
Como el desastre que va a suponer en unos años la contaminación que están provocando las salmoneras. Chile, tras Noruega, es la segunda exportadora del mundo del pez rosa. Pero aquí también se paga una factura ecológica. La cría en cautividad de estos peces está causando la elevación del ph del mar donde se localizan las salmoneras debido a la alta concentración de nitrógeno de sus heces. Esta especie es además muy depredadora y está acabando con las otras autóctonas de la zona en la Isla de Chiloé. Patricio, investigador universitario mapuche, me cuenta además que los salmoneros disparan a matar a los lobos marinos, abundantes en estas costas, “porque se comen los salmones y destrozan las jaulas donde los crían”. Trabaja en un proyecto para cultivar algas en los criaderos de un suculento marisco llamado loco o avalon, muy cotizado por los japoneses que pagan hasta 25 dólares por kilo. Y está en eso porque las algas que los alimentan, “sargazos”, hay que traerlas de mucho más abajo, de la Patagonia, con los gastos que ello supone y alteración consiguiente en el ecosistema marino. Patricio se muestra orgulloso de pertenecer a los mapuches. Unica Comunidad Indígena que ha sobrevivido a la Santa Cruz y la Espada de los Conquistadores -un restaurador en Corral me dijo que “los españoles en aquellos tiempos habíamos vaciado las cárceles para saquear el país y lo demás”-, el pueblo mapuche no tiene reconocimiento expreso constitucionalmente. Representa tan sólo el diez por ciento de la población chilena. Y con la vuelta a la democracia los mapuches reclamaron sus tierras de labor, que los colonos les fueron arrebatando siglo a siglo. Algunos en la réplica al robo de notaría y escritura de propiedad, se echaron al monte y comenzaron a quemar casas de labranza y granjas y a destrozar los cultivos. Varios de ellos fueron encarcelados bajo la ley antiterrorista y, al comienzo del mandato de la Bachelet, cuatro protagonizaron una larga huelga de hambre para que se les reconociese que eran presos políticos y no delincuentes. Pocos días antes de mi vuelta, en un incidente con los carabineros, un policía mató a un mapuche, con la consiguiente carga simbólica que tiene esa muerte en un pueblo que es usado como reclamo al viajero en el llamado etnoturismo, pero al que se le niegan, no sólo las tierras que le quitaron, sino ayudas de emergencia al ser uno de los colectivos más desfavorecidos chilenos.

Un país que tiene en invierno, agosto es nuestro febrero, mucho atractivo para el visitante. Sus impresionantes volcanes nevados de casi tres mil metros de altura, esquiables como el Villarrica en Pucón, los lagos donde se reflejan, una buena red de parques nacionales infradotados para el potencial que encierran, como el de los Saltos del Petrohué, que observa majestuoso el Volcán Osorno, la Isla de Chiloé con sus impresionantes iglesias del S XVIII declaradas patrimonio de la humanidad, Valparaíso, la ciudad de los Cerros, donde por cierto permanece el Congreso de los Diputados tras alejarlo de Santiago el antiguo Régimen, Viña del Mar y Concón con sus maravillosas playas, mariscos y vino. ¡Ay el vino chileno…! De una gran calidad y sobriedad, los caldos tintos de allá no desmerecen ni un ápice a nuestros riojas o riberas. Su relación precio calidad es excelente y sus bodegas constituyen hoy en día otro motivo para visitar este país, en unas rutas ya organizadas en el Valle de Colchagua o en Talca, en la zona centro del país.

Pero además de los placeres de la carne, Chile tiene a buen recaudo los placeres del alma. La del poeta Pablo Nervuda que se puede leer en cualquier parte del mundo, pero que se puede ver en alguna de las tres casas que el autor de los "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" tenía en su país. La Sebastiana en Valparaíso, la Chascona en Santiago y la de Isla Negra, donde reposan sus restos junto con los de su última esposa, Matilde Urrutia. En cualquiera de ellas, tal vez donde más en Isla Negra, se puede palpar el universo mágico, simbólico, político y personal del premio Nobel de literatura que tampoco sobrevivió al golpe en una enfermedad acelerada por las bombas que machacaron la Moneda. La fundación que lleva su nombre ofrece visitas guiadas en dos de ellas y para los amantes de su literatura representa un inmenso placer recorrer las habitaciones donde amaba, escribía y bromeaba el que escribiera “Confieso que he vivido”. La infinidad de objetos curiosos que adornan sus tres casas retratan el mundo de Neruda, que gracias a sus versos es en parte también algo nuestro.
Un Agosto en el que además se cumplieron 100 años del maremoto, tsunami que destruyó casi por completo Valparaíso, en el que se concedió el Premio Nacional de Literatura al escritor y periodista José Miguel Varas, autor de cuentos de gran belleza, conocedor de la vida y obra de Neruda y ex comunista que a través de Radio Praga emitía “otras” noticias a su pueblo en la época en la que solo había un “parte”. Un mes donde fue muy polémica la exposición del antipoeta Nicanor Parra, en el Centro Cultural Palacio de la Moneda, que le costó el puesto a su directora, contraria a que el provocador artista ahorcara a todos los presidentes chilenos, desde O´Higgins hasta Ricardo Lagos, con la leyenda “El pago de Chile”, que finalmente inauguró la propia Presidenta, que testimoniaba así su apoyo a la libertad de expresión y creación, silenciadas durante años desde la planta más arriba donde se muestra la “subversiva” exposición.

En la conclusión de este viaje, sin duda el momento más emotivo. El homenaje de las víctimas de la dictadura al Juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. En mi última tarde allí, el 31, varios centenares de personas se fundían en emotivos abrazos a quienes (junto a Garzón estuvo también el fiscal Carlos Castresana) mantuvieron al criminal arrestado en Londres 503 días en 1998. Al acto acudió igualmente el juez chileno Juan Guzmán, que procesó al ex dictador por la muerte de 75 personas y lo mantuvo arrestado en su casa 42 días en 2001. Pinochet salió bajo fianza. El encuentro se produce en el tristemente célebre patio 29. Una gran parcela en el Cementerio General de Santiago, donde los golpistas fueron enterrando a los “desaparecidos” y asesinados en nombre la patria militar.
Una de las víctimas recuerda la crueldad del tirano cuando reconoció que “se les daba sepultura en bolsas de plástico y en tumbas de a tres o cuatro plazas porque así salía más barato”. Los congregados pedían a Garzón entre consignas y lágrimas que procesara a la “bestia”, como lo han denominado el grupo chileno Los Tres, por asesino, ladrón y narcotraficante. Delitos por los que efectivamente tiene el general abiertos procedimientos judiciales que marchan tan lentos como rezaba el cartel de uno de los asistentes, mientras el superjuez reconocía a los asistentes que “esta historia que aquí hoy nos mueve representa el fiasco del sistema que olvida y maltrata a las víctimas”, calificando de fracaso la declaración que esa misma jornada hizo la Bachelet proclamando el 31 de agosto día del “desaparecido”. Una iniciativa oportunista que compitió y ganó en foto y tratamiento en la prensa del otro día al sentido recuerdo de las víctimas en el cementerio. Entre ellas la viuda de Víctor Jara, a la que abracé con profundo respeto testimoniándole la admiración de miles de jóvenes estudiantes que en los 70 escuchábamos los discos de su marido con absoluta veneración. Me contrarié cuando a la caída de la tarde de recuerdos y añoranzas, de claveles rojos e impotencia, no pude dar con el nicho del autor del “te recuerdo Amanda”, tras presenciar el enorme mausoleo de Allende unas cuadras más allá, en el patio de los hombres egregios entre los que debiera de figurar el que escribiera “ a desalambrar”. No obstante, sin ser devoto de las causas nacionales del juez Garzón, lamenté que ningún miembro del partido socialista que gobierna Chile se entrevistara con el magistrado. Esa y otras impresiones ya reseñadas me inclinan a pensar que la democracia en Chile no está del todo asentada, siendo muy importante la presencia del ejército en la vida civil del país andino. No habrá plena democracia allá hasta que los culpables de tantos crímenes sean finalmente juzgados y condenados. El sentimiento de impunidad es latente en un pueblo hastiado de incontables promesas que no acaban de cumplirse. Una es urgente, “que se haga JUSTICIA”.

Monday, October 09, 2006

¿A que vas a EU?

La pregunta, claro, no va dirigida a esos miles de compatriotas latinoamericanos –sobre todo de México y Centroamérica– que andan a salto de mata buscando la forma de colarse detrás del muro de Bush, no para alcanzar el “sueño americano”, como reza la propaganda gringófila, sino simplemente para sobrevivir ellos y sus familias, en una muy costosa reivindicación histórica de lo que los yanquis han arrebatado a nuestras tierras en el curso de los siglos. A ellos, sólo admiración por su valentía y un voto por que el cruce les sea benigno, o que al menos no dejen allá la vida como tantos cientos antes.
No, aquí me refiero a los que podemos todavía darnos el lujo de viajar al extranjero, sobre todo ante la proximidad de las vacaciones decembrinas. Da grima pasar por las embajadas gringas y ver las enormes colas de personas ansiosas de ir a gastar su dinero en los casinos, tiendas y centros de diversión de la tierra del dólar. Claro, uno sabe que mucha de esa gente sueña con el día en que la bandera de las barras y estrellas ondee sobre todo el continente, utopía que por supuesto nunca verá realizada porque al Tío Sam hace mucho que dejaron de interesarle las tierras del sur; ahora le basta con que las administren gobiernos clientes en beneficio de sus trasnacionales y que mantengan a raya a los pobladores levantiscos.
Pero también hay otros que con ilusión han ahorrado para llevar a los niños a Disneylandia, que han aspirado toda su vida a conocer Nueva York o San Francisco, o el cañón del Colorado, o las cataratas del Niágara desde el lado sur, o que gustan de hacer sus compras en Houston o San Diego, o tirarse a contemplar rubias en Florida o Hawai, qué se yo. Personas que no simpatizan con Bush ni con quienes le rinden culto de este lado del Bravo, pero que tampoco ven nada de malo en viajar al norte.
Si tú eres de esas personas, para ti van estas preguntas. ¿Sabes que en los aeropuertos de aquel país te van a someter a ti y a tu familia a humillantes revisiones, como las que no se realizan en ninguna otra parte del mundo, en esa búsqueda paranoica de terroristas? ¿Que te harán esperar mucho tiempo y tal vez te obliguen a regresar al mostrador de tu aerolínea a documentar algún fluido inocuo sólo porque alguien inventó el cuento de las “bombas líquidas” para justificar sus afanes represivos? ¿Sabes que a JK Rowling, la admirada autora británica de Harry Potter, por poco la obligan a mandar al compartimiento de carga el preciado manuscrito del séptimo y último libro de su saga? ¿Que a muchos músicos les impiden llevar sus costosísimos instrumentos a bordo, por lo cual tienen que optar por viajar en barco o tren o de plano cancelar presentaciones?
Peor aún, ¿sabes que el gobierno del país al que tienes pensado dirigirte está a punto de tender un muro de mil 700 kilómetros de largo que empujará a la ola incontenible de emigrantes indocumentados –compatriotas tuyos– hacia las rutas más peligrosas, donde perderán la vida todavía más hombres, mujeres y niños? ¿Que aquellos que pese a todo logren cruzar caerán probablemente en manos de patrones inescrupulosos que con el pretexto de que son “ilegales” les pagarán mucho menos de lo que sus esfuerzos merecen, y aun así estarán contribuyendo a la riqueza del país que tanto los humilla y maltrata? ¿Que muchos serán objeto de la extorsión de policías corruptos, o perseguidos por grupos fascistoides como los minutemen? ¿Que el gobierno de esa nación es causante directo o indirecto de millones de muertes cada año en el planeta, ya sea con sus guerras preventivas, sus bombardeos indiscriminados a poblaciones civiles, sus políticas económicas depredadoras o su financimiento y asesoría a grupos represivos oficiales o paramilitares de países pobres? ¿Que mantiene cárceles clandestinas en Guantánamo –territorio cubano retenido contra todo derecho– y en otros lugares, donde comete toda clase de violaciones a los derechos humanos de supuestos “combatientes enemigos ilegales”, y que acaba de aprobar una ley en la que “legaliza” la tortura contra cualquier extranjero sospechoso de “terrorismo”?
Sí, ya sé, me dirás que una cosa es el gobierno y otra el pueblo estadunidense. Ha sido un argumento recurrente, pero en estos tiempos apenas si expresa más que un buen deseo. Cierto, existen millones de ciudadanos del país del norte que tienen posturas progresistas y repudian los actos de su gobierno, pero las encuestas y, sobre todo, los resultados electorales muestran a las claras que están en creciente desventaja frente a ese gran conglomerado de estadunidenses que hoy día rechazan la “invasión café” proveniente del sur, que creen en el “índice apocalíptico” y se tragan las pamplinas de Washington sobre la “amenaza terrorista”. Así que no te extrañe que si vas al norte no falten gringos que te miren con cara de que vas a robarles sus empleos o a lo mejor hasta traes un cinturón con explosivos para volarte en pedazos junto con ellos.
Hablemos de alternativas. ¿Qué buscas en Estados Unidos? ¿Ciudades cosmopolitas, refinadas, con una amplia oferta en cultura, espectáculos y diversiones? ¿Has ido a Buenos Aires, conoces Río de Janeiro, Sao Paulo, La Habana? ¿Paisajes espectaculares? ¿Qué tal Iguazú, el Salto del Ángel, la Cordillera de los Andes, el lago Titicaca, la Meseta boliviana, la Amazonia, el Orinoco, la Isla del Diablo en la Guyana francesa, la Patagonia, la zona insular de Chile con el golfo de Aysén, la selva del Pacífico en Costa Rica, la Selva Negra y Granada, en Nicaragua, el cañón del Sumidero, la Barranca del Cobre, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl en México…? ¿Ciudades históricas? Manito, mijito, che, cipote, roto, América Latina entera es historia en piedra, escoge lo que quieras, desde la antigüedad precolombina hasta las gestas libertarias recientes, muchas de las cuales se siguen librando hoy día. ¿Playas de arenas suaves, sol quemante y galanes y minas de ensueño? Escoge entre Río, Cartagena, Guayaquil, Viña del Mar, Maracaibo, Varadero, Huatulco, Cancún… Vaya, hasta si no puedes vivir sin lo mejor de la cultura estadunidense tienes para escoger de este lado del Bravo: excelente jazz en México, Santiago de Chile o Buenos Aires, rock y pop por todos lados, en fin… Y de compras ni te preocupes, adonde quiera que vayas volverás con las maletas cargadas de regalos, en una variedad que no conseguirías en ningún lado, y a una fracción del precio que pagarías en los yunáits.
Así que, pensándolo bien, más que convocarte a un boicot, te estoy ofreciendo la aventura de tu vida, más la oportunidad de reconocerte en nuestra patria común americana. ¡Buen camino, y no dejes de contarme cómo te fue!

Sunday, October 08, 2006

Dios los hace...

Copio aquí la columna México SA, de Carlos Fernández-Vega, publicada en La Jornada del lunes 9 de octubre, para los interesados en conocer más sobre el viaje de Felipe Calderón a tierras chilenas y, más que nada, sobre sus poco recomendables aliados.

¿Qué fue lo primero que hizo Vicente Fox al viajar al extranjero, ya como presidente electo? Ofrecer el sector energético mexicano al capital foráneo. ¿Qué hace Felipe Calderón en igual circunstancia? Lo mismo.
En su periplo por nueve naciones latinoamericanas en cinco días, el Felipillo siguió la ruta del actual inquilino de Los Pinos, con la única diferencia de que en primerísima instancia Fox ofreció la energía mexicana al capital estadunidense, lo que no quiere decir que el de la “continuidad” no lo haga. Hay que guardar las apariencias.
Ya los sinónimos vergonzantes de privatización afloraron en la gira y el discurso del minipresidente electo: “coinversión”, “alianza estratégica”, “asociación tecnológica”, “modernización del sector”, “inversión complementaria a la estatal” y demás palabrejas que sólo intentan disimular el real propósito de vender las joyas de la corona.
Y como Fox, a Calderón no se le ocurrió mejor forma de “modernizar” el sector energético mexicano que ofrecerlo, entre otras, a la oligarquía chilena, adoradora de la dictadura pinochetista (a la que mucha raja sacó), una camarilla que, muy al estilo mexicano, hoy dice ser “demócrata” aunque pertenezca a la ultraderecha cavernícola plenamente identificada (“existen muchas similitudes con el PAN”, según Hernán Larraín, senador y presidente de la Unión Demócrata Independiente, UDI, adorador de la dictadura) con el Partido Acción Nacional.
Muy al estilo mexicano, pues, el gerente Calderón se reunió con la crema y nata del empresariado chileno (Chile SA), agrupado en la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), una suerte de Consejo Coordinador Empresarial (y de eso Calderón sabe mucho) presidida por Bruno Philippi, pinochetista activo y convencido de “la obra” del golpista, que en tiempos de la dictadura ocupó, entre otros puestos, la secretaría ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía, justo el negocio ofrecido por el michoacano.
También al estilo mexicano, Chile es uno de los países con mayor concentración del ingreso en el planeta: el 20 por ciento más rico acapara el 63 por ciento; el 20 por ciento más pobre el 3 por ciento. En la última década, los ricos aumentaron su ingreso 62 por ciento; los pobres uno. Por eso el modelo chileno siempre provoca azucarados comentarios de la oligarquía mexicana.
Las cabezas visibles de la Sosofa regalaron un par de espuelas de plata a Calderón, las mismas que obsequiaron a Vicente Fox en las visitas que hiciera a la nación sudamericana. A cambio, el agradecido Felipillo les dijo: señores, el sector energético mexicano está a sus órdenes, aunque la Constitución lo impida.
Siempre congruente y con el objetivo de demostrar públicamente que “rebasaré a mis detractores por la izquierda”, Calderón se reunió con la cúpula empresarial pinochetista para ofrecerle el petróleo mexicano. Entre otros, asistieron Roberto Angelini (Grupo Angelini), Juan Claro, (Embotelladora Andina, ex presidente de Sosofa), Ricardo Claro (Grupo Claro), Octavio Colmenares (Autopistas del Aconcagua e ITATA), Carlos Hurtado (Molymet), Ramón Jara Araya (Sonami), Andrónico Luksic (Grupo Luksic); Eliodoro Matte, (Grupo CMPC), Andrés Navarro (Sonda), Sebastián Piñera (Grupo Piñera), Luis Schmidt (SNA) y Leonidas Vial (Larraín Vial Corredores de Bolsa).
Todos tienen algo que ver en eso de la desigual distribución del ingreso en Chile, Sociedad Anónima, pero sobresalen los tres multimillonarios Forbes: Matte, Angelini y Luksic, con 4 mil millones de dólares cada uno, algo así como el 10 por ciento del PIB chileno concentrado en esta tercia (Carlos Slim tiene el 5 por ciento del PIB mexicano, pero él solito).
Además, Sebastián Piñera (dueño de la aerolínea LAN Chile, Chilevisión y muchos otros negocios), el ex candidato presidencial de la ultraderecha en las recientes elecciones en las que Michelle Bachelet resultó triunfadora. Su hermano de este personaje, José, fue ministro de Trabajo de Pinochet y entre otras gracias promovió la reforma al sistema de pensiones chileno, copiada puntualmente por el gobierno zedillista. Los Piñera fueron de los principales beneficiarios de las privatizaciones pinochetistas.
Roberto Angelini es el heredero de Anacleto Angelini Fabri, “Don Cleto”, fundador de la Compañía de Petróleos de Chile, Copec, por medio de la cual expandió su imperio a los sectores energético, forestal, financiero, inmobiliario y pesquero, entre otros.
Andrónico Luksic participa en la banca, industria, ferrocarriles, minería, aguas y telecomunicaciones chilenas, aunque tiene sus negocitos en Argentina (electricidad, alimentos y cerveza, entre otros). A su vez, Eliodoro Matte se dedica a las “inversiones”, a las empresas forestales, a la industria del papel, las finanzas, la energía (hidroeléctricas), puertos y minería, con empresas en Argentina, Perú y Uruguay.
Esos son, en rápido resumen, los potenciales “inversionistas” garantizados por Felipillo. Total, entre México S.A. y Chile S. A. sólo hay coincidencias.

Friday, October 06, 2006

Les Luthiers en Mexico: nada nuevo, pero ni falta que hizo

Como este blog es una celebración de todo el sur, viene al caso esta notita publicada por el alter ego del bloguero en La Jornada de hoy sábado 8 de octubre.

Jorge Anaya

Uno de los rituales más entrañables de la laicidad melómana comenzó a cumplirse este jueves en el Auditorio Nacional, en la liturgia oficiada por el irreverendo Marcos Mundstock y sus inmanejables acólitos, mejor conocidos como Les Luthiers, ante una feligresía ávida aunque menos numerosa de lo que sería de esperarse luego de tres años de ayuno, quizá porque muchos aguardaron las funciones de viernes y sábado, por la lluvia o porque no faltó quien se molestara con el grupo argentino porque no “trae nada nuevo”, como si se tratara de artilugios tecnológicos y no de uno de los ensambles musicales más notables de los últimos 40 años.
Para mayor afrenta de los exigentes de novedades, el espectáculo que presentaron esta vez los lauderos en México, como principio de una extensa gira internacional, ni como antología es recién parido. Según la página web del grupo se “estrenó” en el teatro Astengo de Rosario en fecha tan lejana como 2002, y en Buenos Aires el masoquista público estuvo tan a sus anchas con la nueva colección de vejestorios que aguantó dos temporadas seguidas con ella en el teatro Coliseo y todavía una más en el Rex, cuya última función fue en agosto de 2004.
No menos complacientes (y complacidos) se mostraron la noche del jueves los miles de fanáticos que desde las localidades del Auditorio corearon, aplaudieron y festejaron cuanto gracejo ensayaron los visitantes, por consabido que fuese. Y por supuesto, al conjuro del nombre del maestro Johann Sebastián Mastropiero la cauda de aplausos fue inconmensurable.
Del programa original de Las obras de ayer fue de lamentarse la ausencia del célebre gato didáctico El explicado y de la Canción a la independencia de Feudalia, tal vez para ajustar el recital a horario o porque la energía ya no da para tanto. A final de cuentas se trata de un conjunto de rozagantes sesentones (el menor del grupo, Jorge Maronna, frisa los 58), aunque eso no impidió a los Carlitos (Núñez y López Puccio) y al propio Jorge probar su agilidad en el “rip al rap” Los jóvenes de hoy en día, ofrecido como encore aunque con un ritmo más lento que el recordado de su recital anterior y sin tanta voltereta como entonces.
Pero volviendo al principio, los hilarantes salmos sectarios de El sendero de Warren Sánchez vinieron muy a tono ahora que la televisión de paga se infesta cada vez más de predicadores de toda laya y los viejos cines y teatros se convierten en reductos de salvación de almas desencaminadas. La balada del 7º Regimiento, en cambio, se antojó demasiado desfasada en estos tiempos de guerra preventiva, en tanto la Cantata del adelantado don Rodrigo Díaz de Carreras… aportó un saludable toque latinoamericanista y caribeño en un entorno en el que los intereses de la clase política se pliegan cada vez más a los dictados del norte aunque el discurso oportunista se pueble de sensibleras referencias al sur.
La tarantela litúrgica San Ictícola de los Peces habrá traído a más de uno el recuerdo de cierto robusto cardenal a quien últimamente le han sacado a balcón algún desagradable episodio de su pasado, y el ten-step Pepper Clemens Sent the Messenger… cumplió con creces la función de exhibir el virtuosismo de los ejecutantes en toda clase de instrumentos, de lo convencional a lo inverosímil; en cambio, Quien conociera a María amaría a María constituyó el momento más flojo del concierto, pese a la notable mímica mimosa de Marcos Mundstock y Carlitos Núñez.
Cerró el programa La hora de la nostalgia, que algo tuvo, a saber si con intención, de broma a costillas propias. Luego del rap ya citado y de la ovación final, por las escalinatas hacia la salida los devotos discutían a voz en cuello las canciones y momentos que ellos habrían escogido –nadie quedó del todo satisfecho con la selección de antiguallas–, los revendedores contaban sus ganancias, los vendedores de piratería pregonaban su mercadería y era fácil constatar una veneración que sigue creando escuela, a juzgar por la cantidad de adolescentes y niños a quienes sus padres educan –sin necesidad de mucho esfuerzo, al parecer– en el culto luthierano.
Alguien comentaba que fue a ver Las obras del ayer porque quién sabe si habrá todavía mañana para Les Luthiers, pero basta recordar a los iconos del Buenavista Social Club y sus hazañas a los noventa y tantos para convencerse de que no hay nada que temer y sí mucho que esperar. Por ejemplo, aún no se estrena en México Los premios Mastropiero, éste sí integrado por piezas totalmente nuevas, con el cual el grupo concluyó temporada a finales de agosto pasado en el Rex de Buenos Aires, con llenos cada noche a lo largo de varios meses. Hay, pues, puntadas elegantes y arte para rato.

El peregrinar de una mala conciencia

¿Cómo tendrá Felipe Calderón la conciencia que anda publicitándose como un "presidente que mirará al sur" y visitando a campeones de la izquierda bien portada como Bachelet y Lula? Buscando, claro, ganarse en un periplo seguido paso a paso por la televisión y la prensa derechista mexicana y de los países que visita la legitimidad que las urnas le negaron. Pues bueno, la mala noticia para el pelón chaparrito de los lentes (como lo definió el ultra que maneja su partido) es que los gobernantes lo apapacharán, pero los pueblos no van a dejar de repudiarlo. ¡No a la imposición!

¡Ah! Pero Chile hoy...

... se debate en un mar de inconsistencias con una presidenta tan, pero tan asimilada a Washington y al FMI que los corifeos de éstos en todas partes (como "nuestros" Carlos Fuentes -¿dónde quedó el autor de La región más transparente y La muerte de Artemio Cruz, caray?- y Enrique Krauze, el de la historia patria reducida a telenovela) la ponen de ejemplo de una "izquierda" moderna, para nada conflictiva, aunque hay que reconocerle los intentos de poner al día la legislación sobre píldora del día siguiente. Bueno, pero si los chilenos lograron sacudirse a Pinochet, sabrán qué hacer para meter al orden a su presidenta y llevar las cosas por el camino que soñó Allende y tantos con él.

Thursday, October 05, 2006

A 18 años del "NO" en Chile...

En conmemoración por la unión del pueblo chileno para alzar la voz y decir "NO" a la dictadura de Augusto Pinochet, va la siguiente nota y un gran reconocimiento a su valor.


CHILE: HOY SE CONMEMORAN 18 AÑOS DEL "NO" A DICTADURA DE PINOCHET



Publicado el 05 Oct 2006



Hoy jueves se cumplen 18 años desde el plebiscito del 5 de octubre de 1988, cuando el 56 por ciento de los chilenos inscritos en los registros electorales votó por el "No" en rechazo a la continuidad de Augusto Pinochet en el poder luego de casi 16 años de dictadura.

La oposición no lograba ponerse de acuerdo en la forma de luchar contra el régimen militar. El mayor cuestionamiento para participar del referendo era la idea de que hacerlo iba a legitimar el período gobernado por una Junta Militar luego del golpe de Estado de 1973, que derrocó a Salvador Allende.

Superadas las diferecias, la mayoría de las fuerzas opositoras decidió ir a las urnas y después de la creación de la Concertación de Partidos por el "No" (antecedente directo de la Concertación por la Democracia, hoy en el poder), que encabezó el demócrata cristiano Patricio Aylwin, comenzó la etapa más difícil: convencer a la ciudadanía de inscribirse en los recientemente abiertos registros electorales.

El plebiscito estaba contemplado en la deslegitimada Constitución de 1980, la que estipulaba que luego de ocho años de gobierno, Augusto Pinochet podría someterse a la consulta ciudadana para optar a otros ocho años en el poder.


... Si quieres leer la nota completa, checa esta página:

www.radio.uchile.cl/notas.aspx?idNota=33196


¡Viva Chile!

Tuesday, October 03, 2006

El Sub y el Peje

Para los que no lo conocen o lo leyeron a saltos o con güeva, ahi les va el más reciente comunicado de Marcos sobre el tema de AMLO. No lo hagan de lado, tiene mucho para la reflexión.

L@s zapatistas y la Otra: los peatones de la historia

Cuarta Parte: Dos peatones en caminos distintos. y con destinos diferentes

1.- Los "modos" de un dirigente.- El rechazo de la "pareja presidencial" hacia López Obrador fue creciendo a la par de la candidatura del tabasqueño. Con sus conferencias mañaneras (y la amplia cobertura que le brindaban los grandes medios de comunicación hoy enemigos declarados del perredista), el jefe de gobierno de la Ciudad de México le iba marcando la agenda a Los Pinos. y al resto de la clase política. Aunque uno estuviera en el rincón más apartado del país, sabía lo que había dicho Fox (bueno, cuando lograba articular algo comprensible), lo que había dicho AMLO, y, a lo largo del día, cómo se pronunciaba el resto del elenco de la política mexicana sobre
lo dicho. por el gobernante del DF. Para Fox eso no parecía representar mayor problema. por un tiempo. En un programa televisivo, López Obrador se decía desconcertado por la repentina animadversión del "señor presidente" (recuerden aquello de "hay que cuidar la investidura presidencial"). "Si era mi amigo, no sé qué le pasó", dijo entonces AMLO. Bueno, lo que pasó es que la "investidura presidencial" era ya de una pareja: la formada por Vicente Fox y Martha Sahagún. Y "la señora Martha", como le dice su marido, quería y quiere ser, no la señora del presidente, sino "la señora presidenta".

Si suena a nombre de obra de teatro, no es accidental. En la comedia que se representaba día a día en Los Pinos, la señora Sahagún tenía siempre el papel estelar (aunque no siempre el más afortunado, no hay que ser exigentes). Doña Martha arrancó su larga, y por ahora, truncada carrera a la silla presidencial desde muy temprano. Precisamente cuando sólo López Obrador aparecía en el escenario como el más fuerte aspirante. Pero, mientras se iba deshaciendo de los personajes incómodos (para ella) del gabinete y del círculo cercano a Fox, Martha veía con desesperación que AMLO se mantenía. No se necesitaba mucho seso (y de por sí no lo tienen) para darse cuenta de quién sería el rival de la señora Martha en caso de que ella fuera la candidata de Acción Nacional.

La maniobra de los "videoescándalos" fue el primer indicio de un combate en serio para tratar de sacar a AMLO de la carrera presidencial. El combate pasó a la categoría de batalla con el intento de desafuero. Si en los videos se veía la mano del gobierno de Fox, en lo del desafuero el descaro fue total. Una movilización ciudadana creciente (que López Obrador desactivó) le propinó a Fox una derrota aplastante. Pero en política no hay batallas finales.

Mientras tanto, López Obrador se iba construyendo una candidatura, es decir, una imagen. Claro que para lograrla no bastaba el balcón privilegiado del gobierno de la Ciudad de México, en el PRD seguía pesando todavía mucho la figura de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Pero el gobierno del DF no era sólo la posibilidad de acceder a los reflectores mediáticos, también era dinero, mucho dinero. Y esa tonada tiene mucho "rating" entre la clase política en su conjunto, y ni se diga en la dirección perredista. Con discreta habilidad, AMLO se fue "ganando" las simpatías (y el control) del aparato del Partido de la Revolución Democrática. y de un importante sector de intelectuales, artistas y científicos. Para el primero, presupuesto. Para los segundos, interlocución y atenciones especiales.

En resumen, todo iba bien

Fue entonces que algunos medios informativos soltaron un anzuelo que el lopezobradorismo se tragó con singular alegría: las primeras encuestas. Como en ellas aparecía con una escandalosa ventaja sobre el resto de los suspirantes, AMLO les dio credibilidad y las avaló. Consentido y adulado por la prensa en ese entonces, López Obrador olvidó una ley básica del pantanoso terreno de los medios: lo fugaz e instantáneo. Los medios hacen héroes ("y heroínas", agrega Martita entusiasmada si el diminutivo lleva "h", ahí les encargo) y villanos ("y villanas", completa Elba Esther Gordillo) no sólo en las telenovelas, también en el escenario político. Pero como l@s hacen, l@s deshacen. El "maduro", "prudente" y "responsable" jefe de gobierno de un principio, se convertiría después en el político "irresponsable", "mesiánico" y "provocador"; y las encuestas que lo daban arriba, después lo pondrían abajo.

En la movilización contra el desafuero, se vio el primer indicador del "modo" de López Obrador. Aunque era evidente que no pocos de los que se movilizaron lo hacían contra la injusticia, y no porque lo apoyaran, AMLO usó ese movimiento para arrancar en forma abierta su carrera a la presidencia de México. Cuando la movilización se empezaba a convertir en movimiento (en algunos grupos empezó la inquietud de plantear problemas profundos como el lugar de la ciencia, el arte, la cultura, y, sobre todo, el del quehacer político) y el gobierno de Fox reculó, López Obrador mandó a la gente a su casa.

El objetivo: detener el desafuero y poner a AMLO en la parte más alta de la ola, se había conseguido y él se había comprometido a detener las movilizaciones. Así lo hizo.

El mensaje de López Obrador hacia el resto de la clase política (de la que él forma parte, no olvidarlo) y los señores (y señoras) del dinero había sido claro: "tengo no sólo la capacidad de convocar a una gran movilización, también de dirigirla, controlarla, dosificarla. y detenerla".

2.- L@s intelectuales de AMLO.- En una parte del medio intelectual progresista empezó, desde entonces, a surgir lo que conocemos como el lopezobradorismo ilustrado. Esta tendencia iniciaría la construcción de una nueva clasificación para ubicar a quienes se movían o se asomaran al México político; el cual, a saber, se divide en dos: los buenos (los que están con AMLO o sea los "simpáticos" y "populares") y los malos (los que no están con AMLO o sea los "envidiosos", según Elenita). Cualquier crítica o cuestionamiento a López Obrador, así fuera tibio y quedo, era catalogado como un complot de la reacción, de Carlos Salinas de Gortari, de las fuerzas oscuras de la ultraderecha, del Yunque, de un conservadurismo embozado. Cuando ahora son un poco "tolerantes", las críticas al lopezobradorismo se tachan de "sectarias", "marginales", "ultras", "infantiles".

Con un empecinamiento digno de mejor causa, este sector fue construyendo un pensamiento sectario, intolerante, déspota y ruin. Y lo hizo con tal eficacia que este pensamiento es el que guió a "los espejos" intelectuales de López Obrador en la campaña electoral, después en el movimiento de resistencia al fraude y, ahora, en la CND de AMLO.

Cuando el periódico mexicano La Jornada, cabeceó una de sus ediciones de agosto del 2005 (en ocasión de la primera reunión preparatoria de La Otra): "o están con nosotros o están en contra de nosotros" (algo así), se equivocó y no. La frase no fue dicha por Marcos. Pero fue y es dicha desde entonces por el lopezobradorismo ilustrado.

Este pensamiento (que empezó a consolidarse al pasar por alto el apoyo del PRD a la contrarreforma indígena) alentaría el cerrar ojos y oídos cuando los perredistas de Zinacantán, en Los Altos de Chiapas, atacaron a bases de apoyo zapatistas; y permitiría que los asesinatos de la defensora de los derechos humanos, Digna Ochoa y Plácido, así como el del joven estudiante Pável González, fueran manejados por el gobierno perredista del DF con una ruindad que luego se convertiría en rutina. En los casos de Digna y Pável, frente al crimen agregado de humillar la muerte de luchador@s sociales, voces honestas guardaron silencio. "para no hacerle el juego a la derecha".

El lopezobradorismo ilustrado tuvo entonces su primer triunfo, ilegítimo como todos los que ha obtenido hasta ahora.

Si los simpatizantes, militantes y directivos del PRD, este sector de intelectuales y el mismo AMLO, guardaron entonces silencio, era de esperar que nada dijeran cuando los asesinos de militantes perredistas ocuparan candidaturas bajo la bandera amarillo y negra.

Así fue.

Cuando alguien calla ante algo así, calla ante lo que sea. El fantasma del "innombrable", Carlos Salinas de Gortari, acechaba por todas partes y todo se valía para enfrentarlo. Todo, hasta reciclar a los salinistas discontinuados. en el PRD y en el círculo cercano a López Obrador.

Con esa modalidad autóctona del "pensamiento único", vino un nuevo sistema de evaluación, una nueva balanza para medir: una misma cosa tenía una valoración diferente dependiendo quién la hiciera o propusiera. Si la hacía o proponía AMLO o un@ de sus simpatizantes, entonces el acto o proyecto adquiría todas las virtudes imaginables; pero si era alguien que criticara a López Obrador, entonces era un proyecto de las "fuerzas oscuras" de la ultraderecha.

Cuando señalamos (en "La Imposible Geometría del Poder") que el proyecto de AMLO era salinista, l@s intelectuales pusieron el grito en el cielo (todavía están allá arriba, histéric@s), pero cuando el encargado del plan económico lopezobradorista (el señor Ramírez de la O, asesor de política económica y, para algunos, el que sería el secretario de Hacienda si AMLO llegaba a la presidencia) declaró, unos días antes de las elecciones, que su propuesta era el "liberalismo social", similar al de Carlos Salinas de Gortari, es@s intelectuales voltearon para otro lado.

A todo esto, la derecha realmente existente seguía tan campante. Algunos de sus pensamientos y propuestas estaban ya en el entorno perredista: el "malvado" (y malogrado) Plan Puebla Panamá de Vicente Fox encontraría su "purificación" en el Proyecto Transítsmico de AMLO; la aprobación de la llamada "ley Televisa" por la bancada perredista en la cámara baja fue otro "error táctico"; las leyes menores y reglamentos, aprobadas también por ese partido, que le dieron legalidad al despojo de tierras indias no eran "tan graves"; la relación promiscua entre López Obrador y el empresario Carlos Slim era "política de altura"; la privatización del Centro Histórico de la Ciudad de México era "modernidad"; la colosal inversión en un segundo piso del periférico que comunica con una de las zonas más ricas del DF, al mismo tiempo que bajaba la inversión en transporte público, era un ejemplo de "buen gobierno" (y no una omisión en aquello de "primero los pobres"); el golpeteo al movimiento urbano popular era "poner orden". y el caudillismo que se gestaba y cultivaba era. "el surgimiento de un nuevo liderazgo".

Sin ningún indicio siquiera de que lo fuera, se decretó que López Obrador era de izquierda porque. porque. bueno, porque él lo dijo (bueno, a veces, a veces no, depende de a quién se lo dijera).

En el calendario se llegó al 3 y 4 de mayo, y la muerte y el dolor llegaron a San Salvador Atenco y Texcoco, en el Estado de México. Las encuestas dijeron que había que apoyar la represión o quedarse callados. Fecal dijo que bien, que magnífico, que eso era lo que había qué hacer. Igual un Madrazo cada vez más débil. Por el lado de la "izquierda", la bancada perredista en el congreso mexiquense aplaudió la actuación de la policía y apoyó a Peña Nieto. Por su parte, López Obrador. guardó silencio. Atenco sería útil si servía para influir en las elecciones, pero las "mediciones" en los medios señalaron que no. El lopezobradorismo ilustrado se quejó levemente, sin convicción alguna, y a lo que sigue.

Se olvidó también que, durante todo el trayecto de su candidatura, AMLO se esforzó por ser agradable al sector empresarial. Si se revisan los discursos y declaraciones de su precampaña y campaña electoral, no tienen nada que ver con los que ha emitido después del 2 de julio. Una y otra vez les insistía a los políticos: "no va a haber venganza". Y al sector empresarial le decía, textualmente: "no me tengan miedo". Es decir: "no voy a afectar sus propiedades, ni sus niveles de ganancia, ni los usos y costumbres de la clase política".

Para no ver eso, se necesitaba una miopía muy grave. Pero para verlo y luego quedarse callado, se necesitaba un cinismo que no dejará de asombrarnos.

Tiempo después, ya en la movilización contra el fraude, López Obrador dijo, en el Zócalo de la Ciudad de México, que con el triunfo de Juan Sabines en Chiapas se había detenido ¡el avance de la derecha! Que AMLO promoviera la balanza ésa que "purifica" (y hace de izquierda) a quienes lo apoyan, vaya y pase, después de todo él la creó. Pero que el lopezobradorismo ilustrado aplaudiera entusiasmado una estupidez de esa envergadura, era incomprensible. o una muestra palpable del grado de cretinismo alcanzado. El "detener el avance de la derecha en Chiapas" había significado reciclar al

Croquetas Albores y al finquero autor de aquella famosa frase de "en Chiapas vale más un pollo que un indio" (Constantino Kanter). Quien se traga eso, se traga todo. Y si algo abunda en el lopezbradorismo ilustrado, son las ruedas de molino de ese tamaño.

En este "sano" ambiente de discusión y "alto" nivel de análisis, se llegó al primer día de julio con el lopezbradorismo ilustrado enarbolando no un programa progresista de participación ciudadana (es decir, pelearle a los partidos el terreno del quehacer político), o una propuesta novedosa en el arte, la cultura y las ciencias, sino una consigna llena de soberbia y altanería: "sonríe, vamos a ganar". No, no llamaron a detener a la derecha (claro, ahora van a decir que sí lo hicieron). Llamaron a prepararse a celebrar el triunfo (eso sí, con mesura y madurez).

¡Ah! Iba a ser todo tan fácil, tan sin movilizaciones, tan sin represión, tan sin choques, tan sin confrontaciones políticas e ideológicas, tan sin debate, tan sin pugnas internas, tan en paz, tan en calma, tan estable, tan equilibrado, tan sin radicalismo, tan sin fuga de capitales, tan sin caída en la Bolsa de Valores, tan sin presiones internacionales, tan sin que nadie se diera cuenta, tan sin lucha de clases, tan- tan.

¿La represión? Bueno, para padecerla estaba La Otra Campaña, Atenco, l@s, es@s sí, "nac@s" y "vulgares". Y nada de bloqueos de calles principales, así fuera por la legítima demanda de la libertad y la justicia para l@s pres@s de Atenco. Cuando La Otra bloqueó calles en solidaridad con nuestr@s compañer@s, la policía del DF arremetió para "garantizar el libre tránsito".

Decenas de jóven@s, estudiantes de la ENAH y del CCH Sur en su mayoría, fueron golpeados y gaseados en el periférico sur, y fueron perseguidos hasta dentro mismo de las instalaciones de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

El lopezobradorismo ilustrado dijo que bien, que bravo, que la calle, que los autos, que el bando número 13 (expedido por AMLO cuando fue jefe de gobierno), que la libre circulación, que los "ultras", que el orden, que la estabilidad. Después de todo, eran sólo un@s chamac@s (y probablemente no votarían o ni siquiera tenían credencial de elector). O sea que, como dirían Alaska y Thalía, "a quién le importa".

Tiempo después, la movilización en contra del fraude bloqueó, haciendo uso del legítimo derecho a la libre expresión, la avenida Reforma (creo que así se llama). Cuando los empresarios y la "gente bien" protestaron (pese a los apoyos fiscales) y pidieron la cabeza del jefe de gobierno del DF, Elenita Poniatowska entrevistó al asediado Alejandro Encinas. Él declaró que debía respetar y proteger la libertad de manifestación.
Tal vez conmovida por los sufrimientos de Encinas, Elenita "olvidó" preguntarle por qué las libertades valían y eran respetadas cuando se trataba de los simpatizantes de AMLO y no cuando se trataba de La Otra, o del movimiento de rechazados de educación superior, o de los movimientos que recurren a esas acciones para hacerse ver y escuchar. En el "olvido" de entrevistado y entrevistadora se escuchó claramente: "hay una ley para un@s (l@s que están conmigo) y otra para l@s otr@s (quienes no me apoyan-siguen-obedecen)".

Pero la noche del 1 de julio, el lopezbradorismo ilustrado soñó que, con sólo acudir a una urna, el país cambiaría. Y ell@s soportarían con modestia, faltaba más, las muestras de agradecimiento del pobrerío ("mira mija, ahí va el doctor, él le dio clases al señor presidente y a su hijo; y allá van ésos que vimos en el templete, salúdalos porque son los que dirigieron nuestra liberación"), de los indios (de l@s zapatistas no, porque es sabido que son un@s desagradecid@s), de los obreros, de los campesinos, de las mujeres, de l@s jóven@s, de l@s ancian@s, de México pues. Y en el extranjero habría conferencias y mesas redondas. Y el lopezobradorismo ilustrado, eso sí, con modestia y mesura, contaría lo que hizo por México. manque sólo hayan estado arriba del estrado.

Pero llegó el 2 de julio y, con él, la Gordillo. Y con ella,. el fraude.

3.- La movilización contra el fraude.- Pero, después del desconcierto inicial y de que ya estaba listo el cadalso para aniquilar a Marcos, al EZLN, a La Otra Campaña, y a quienes se resistían a ser "purificados", est@s intelectuales se dieron cuenta de que pasó lo que pasó. AMLO demostró, una vez más, que es más intuitivo e inteligente que el lopezobradorismo ilustrado. Supo medir bien que una movilización en contra del fraude dependía de lo que él dijera e hiciera,. y dijo e hizo. Se levantó entonces una movilización popular, auténtica, legítima y justa: la movilización contra el fraude y, por consiguiente, contra la imposición de Felipe Calderón.

Se ha dicho que la movilización no fue ni es lo que se dice. Se habla de acarreos, de la descarada e impertinente intromisión del gobierno del DF y de la estructura del PRD, de que no eran ni son tantos como dicen que son. Puede ser. Lo que no tiene duda, al menos para nosotr@s l@s zapatistas, es que había y hay ahí, en esa movilización, personas honestas que estuvieron y están ahí por convicción y principios. Ellas merecen y tienen nuestro respeto, pero su camino lleva a un lado al que nosotr@s no queremos ir.

No compartimos con ell@s ni el camino ni el destino.

Y nuestra forma de respetarl@s es no meternos en su movilización, ni para disputarle a AMLO el liderazgo indiscutible que ahí tiene, ni para sabotear, ni por oportunismo, ni para "desengañar" a las masas (que son algunos de los argumentos y razones de organizaciones y grupos para estar ahí, aunque no están de acuerdo en la conducción de la movilización).

Las personas honestas que hay ahí, lo sabemos, piensan que es posible que la movilización se convierta en movimiento (con la CND), y que no dependa de un líder y de la estructura de control que se impuso a l@s convencionistas. Puede ser. Nosotr@spensamos que no, y además pensamos que no sería ético "montarnos" o "aprovecharnos" de una movilización por la que no hemos hecho nada, como no seamantener un escepticismo crítico. Ahora bien, sobre la movilización contra el fraude y el intento de convertirlo en movimiento con la CND, decimos lo siguiente:

1.- La "conciencia" de AMLO respecto a la ilegitimidad de las instituciones aparece porque se desconoció su triunfo con un fraude. Otra cosa sería si se hubiera reconocido que ganó la presidencia.

2.- La Convención Nacional Democrática no estaba en el pensamiento lopezobradorista al arranque de su movilización. Si así hubiera sido, el plantón se hubiera aprovechado para analizar, discutir y debatir las diferentes propuestas que luego se votaron por aclamación el 16 de septiembre del 2006. La CND fue y es una forma de darle salida al plantón, y una forma legítima de empezar a construir un movimiento para llegar a la presidencia en el 2012. o antes, si se consigue la caída de Fecal.

3.- En la CND se impuso una dirección que, más que conducir el movimiento, se propone controlarlo. No hay ahí el mínimo germen de participación democrática en las discusiones y en la toma de decisiones, mucho menos de autoorganización. Esa dirección tiene sus propios intereses y compromisos (aunque la CND acordó el boicot a algunas empresas y productos, algunos de sus dirigentes declararon que no lo cumplirían véase lo que Federico Arreola escribió en Milenio Diario, al día siguiente de la CND).

4.- El movimiento en formación del lopezobradorismo no apunta a una crisis de las instituciones (las que fraguaron y perpetraron el fraude). Si así fuera, se hubiera decidido que ninguno aceptara los cargos que obtuvo en las elecciones, lo que sí hubiera provocado una ruptura difícil de manejar. La CND no apunta hacia su autonomía e independencia. Por el contrario, sigue sujeta a la vieja clase política (hoy convertida a la "izquierda").

5.- La mayoría, no tod@s, de quienes están en la dirección de la CND brillan por su corrupción, oportunismo y tendencia a la transa.
Si, por un lado, se mandan "al diablo" las instituciones fraudulentas, por el otro se participa (dineros incluidos) en ellas. Las negociaciones están a la orden del día y faltan por venir algunas importantes: el presupuesto federal y el de la Ciudad de México.

6.- El lopezobradorismo ilustrado está dirigiendo sus ataques ahora hacia sí mismo, hacia quienes sí apoyaron a AMLO pero ahora lo critican. Las descalificaciones internas y purgas irán creciendo.

7.- La movilización tuvo y tiene destellos y brillos indudables: por ejemplo, la creatividad e ingenio en las acciones de denuncia contra algunas de las empresas cómplices del fraude (bancos, Wall Mart, etcétera); la participación convencida de gente de abajo; la justa y legítima rabia en contra de la prepotencia del PAN y del gobierno de Fox, así como contra el insultante desprecio que algunos medios de comunicación electrónica (Televisa, TV Azteca y las grandes cadenas radiales) dispensan a quienes participaron y participan en la movilización.

4.- Abajo. Y, mientras tanto, en el México de abajo.

La gente honesta.- Abajo se encuentra la mayor parte de los que se movilizaron en contra del fraude electoral. Los que querían que AMLO fuera presidente porque ellos votaron por él y ganaron. Los que defienden el derecho a elegir democráticamente al gobierno. Los que no querían que se repitiera otro 1988. Los que tenían, y tienen, una sana desconfianza de los aparatos partidarios de la Coalición. Los que retan al poder existente y quieren que cambie el sistema neoliberal que ha estado rompiendo el tejido social y hundiendo al país.

Oaxaca.- El abajo también irrumpió en Oaxaca y tomó forma y camino con la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). La capacidad de veto de ese movimiento ha sido digna de tomarse en cuenta. No importa si los que ahí participan, votaron o no (o si lo hicieron por la Coalición o cualquier otra fuerza partidaria). Eso no es lo trascendental, sino que tienen una confianza en sus fuerzas que va más allá de sus dirigentes y de las coyunturas. Esa confianza les ha permitido, hasta ahora, decidir por sí mismos sus tácticas sin ceder a las presiones externas y a los consejos de las "buenas conciencias". Como EZLN apoyamos este movimiento y tratamos de ver y aprender a través de l@s compañer@s de La Otra que ahí luchan. Nuestro apoyo no va más allá por dos razones: una es que es un movimiento de por sí complejo, un apoyo más directo podría provocar "ruido", confusión y recelos; la otra es que varias veces el movimiento del pueblo oaxaqueño ha sido acusado de tener ligas con grupos armados, nuestra presencia directa haría crecer la campaña mediática que ya tienen en contra.

L@s Otr@s.- Y fuera de los dimes y diretes de la política de arriba, otra rebeldía se ha venido construyendo en lo más profundo de la sociedad: en los pueblos indios, entre los jóvenes maltratados por el poder (incluido el del PRD), entre los trabajadores de las maquilas, en l@s trabajador@s sexuales, entre las mujeres insumisas que viven con la angustia de que sus maridos emigraron hacia el norte, en las organizaciones políticas de izquierda que están convencidas que existe algo más allá del capital y de la democracia
representativa, entre tod@s es@s que componen La Otra Campaña, que en todo el país existen, y que se están organizando e inventando otra forma de hacer política y de relacionarse con sus iguales-diferentes.

La Otra Campaña no es lo que ha salido en los medios de comunicación, tampoco lo que algunos de sus participantes dicen de ella, bueno ni siquiera lo que la Comisión Sexta del EZLN ha comentado de su andar. Es mucho más que todo eso. Es un torrente que sigue abajo, que todavía no se expresa del todo, que existe y se reproduce en el sótano de México.

Pero también abajo, existen millones, la mayoría, que no votaron. Que no creen en las elecciones (muchos de ellos, como nosotr@s l@s zapatistas, nunca han votado por convicción). Los que forman parte del México despreciado y humillado (y ahora el lopezobradorismo ilustrado los quiere despreciar y humillar más, achacándoles una supuesta derrota). Muchos de ellos son parte del México de los pueblos indios, que hace solamente unos años eran elogiados por su voluntad de lucha y resistencia.

Con éstos últimos, con l@s que no miran hacia arriba, estamos l@s zapatist@s. Y pensamos que es con ell@s que debe estar La Otra Campaña.
Porque algun@s de abajo, quienes estamos en La Otra, ya identificamos nuestro dolor y al enemigo que lo causa: el capitalismo.
Y sabemos ya dos cosas centrales: Una, que para librar esa lucha se requiere de la construcción de un movimiento social-político autónomo e independiente. Y la otra, que arriba no hay solución de fondo ni para los problemas económicos y sociales que aquejan al pueblo de México, ni tampoco frente al secuestro que la clase política ha ejercido en contra de la participación y organización del pueblo.

Nosotr@s, l@s zapatistas del EZLN, desde hace un año optamos por impulsar un movimiento nacional anticapitalista, y de abajo a la izquierda, que pasara por encima de la coyuntura electoral en el que se podía estar independientemente de lo que cada quien decidiera sobre las elecciones. Ahora hemos visto y aprendido muchas cosas. De los de arriba, de La Otra, de nosotr@s mism@s.

Pensamos que, se esté de acuerdo o no en la legitimidad o popularidad del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, ése no es el camino de La Otra, y, sobre todo, no tiene el mismo destino de quienes somos compañer@s en La Otra.

Nosotras, nosotros, La Otra, no buscamos quién nos dirija, ni a quién dirigir. Y no buscamos conseguir de arriba lo que se construye desde abajo.
Y es a ustedes, a nuestras compañeras y compañeros de La Otra, que les queremos hacer una propuesta.

(Continuará.)

Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General delEjército Zapatista de Liberación Nacional.

Comisión Sexta.

Subcomandante Insurgente Marcos.

México, Septiembre del 2006

La Batea (letra de la cancion)

La Batea
Roberto Parada - Hernan Gomez - Toni Taño
Quilapayun

(Primera versión, durante el gobierno de Unidad Popular)

Mira la batea, como se menea
como se menea el agua en la batea.

El gobierno va marchando, qué felicidad,
la derecha conspirando, qué barbaridad,
va marchando, conspirando,
pero el pueblo ya conoce la verdad.

Por el paso de Uspallata, qué barbaridad,
el momiaje ya se escapa, qué felicidad,
En Uspallata hacen nata,
que se vayan y no vuelvan nunca más.

Ya perdieron la cordura, qué barbaridad,
sabotear la agricultura, qué fatalidad,
que chuecura las verduras
los culpables son de Patria y Libertad.

(2a. versión, 1992)

La batea!!!

Mira la batea cómo se menea
cómo se menea el agua en la batea
mira la batea cómo se menea
cómo se menea el agua en la batea.

Por los cinco continentes, qué barbaridad,
crece fuerte la corriente, qué felicidad,
la corriente de la gente
que libera otra manera de pensar.

Mira la batea cómo se menea
cómo se menea el agua en la batea
mira la batea cómo se menea
cómo se menea el agua en la batea.

Se ha cambiado el mecanismo, qué barbaridad,
también cambia el erotismo, qué felicidad,
así mismo por lo mismo
las posturas las más duras cambiaran.

Mira la batea cómo se menea
cómo se menea el agua en la batea
mira la batea cómo se menea
cómo se menea el agua en la batea.

la batea ¡ea!, se menea,
se menea la batea, ¡ay! la batea...

Mira la batea cómo se menea
cómo se menea el agua en la batea
mira la batea cómo se menea
cómo se menea el agua en la batea...

Tercera versión (la fecha no la sé, pero es después de la caída de Pinochet en la clínica de Londres):

Mira la batea, como se menea
como se menea el agua en la batea.

De los cuatro pinganillas, qué barbaridad,
el Merino es curagüilla, qué fatalidad.
Pinganillas, curagüillas,
y el Mendoza para el combo y la patá.

El más gil se llama Augusto, qué barbaridad,
cucarrea que da susto, qué fatalidad.
El Augusto, tiene susto,
porque pronto su castigo llegará,

El cerebro de Gustavo, qué barbaridad,
cuánta cabeza de pescado, qué fatalidad.
El Gustavo, los pescados,
este circo de gorilas nunca más.

(La letra alude, claro, a los cuatro conjurados del 11 de septiembre de 1973: José Toribio Merino, Gustavo Leigh, César Mendoza y Augusto Pinochet. Que algún chileno nos explique los modismos.)

Por que La Batea

Miremos al Sur. Que se queden los gringos con su muro, su "democracia" y su "guerra al terror". Rescatemos nuestra esencia latinoamericana, redescubramos nuestros valores y tratemos de (re) unir a los pueblos (ya sabemos que los gobiernos sólo miran al norte). Hagámoslo con alegría, con ingenio, con nuestra vibra, nuestra poesía, nuestros cantos, nuestras consignas, con toda esta guapachería que nos caracteriza y que nos han querido robar con monsergas sobre la productividad, el esfuerzo, el sacrificio, las Hinstituciones, el Hestado de Derecho, etc., etc. Yo te invito a entrarle a este blog (chingao, qué feo suenan algunos anglicismos), a este diario, pues, con lo que se te ocurra mientras ande en esta tesitura. (Por cierto, La Batea es una canción de Quilapayún, uno de esos grupos chlenos de culto cuyas rolas nos recuerdan que la lucha sigue y sigue.Si no conoces el grupo o la canción, ¿qué esperas? La letra la pongo por aquí.) Bienvenido.